En la primera licitación primaria desde que se disparó la corrida cambiaria que llevó el dólar a la zona de los 24 pesos el viernes.
La cifra, considerable (representa el 64% de la base monetaria), pone al Banco Central ante una prueba de fuego, pero también a los ahorristas. La inversión que, en momentos de estabilidad cambiaria, entregaba la seguridad de un plazo fijo con una tasa superior, ahora supone correr más riesgos, según analistas.
Si bien el Banco Central compra y vende Lebacs en el mercado secundario de manera cotidiana, las licitaciones primarias son el acceso que tiene a estos instrumentos el público minorista que compra a través del Home Banking. Otra alternativa es invertir el dinero en fondos de inversión de Lebacs. Por eso, la licitación del martes es clave: quienes no vendieron sus letras en el mercado secundario en estos días de inestabilidad pueden renovarlas o cambiarlas por pesos, que se irán a activos en dólares o a bonos en moneda extranjera.
Las ventas de Lebacs en los días previos fueron tales que la letra que vence el martes 15 disparó un interés superior al 100 por ciento. Quienes huían de estos instrumentos lo hacían incluso perdiendo el capital. No se trata de un movimiento significativo, pero sí que da cuenta del nerviosismo que domina al mercado.