Muy lejos de la promesa del "segundo semestre", los tarifazos, devaluación, aumento de la pobreza y caída del salario marcan un panorama desalentador.
Todas las previsiones del gobierno nacional quedaron en expresiones de buenos deseos al cerrar el mes de septiembre con indicadores absolutamente negativos y sólo le resta continuar con la apelación a "un futuro mejor si continuamos en este camino".
A la diaria devaluación del peso lo acompaña una interminable sucesión de aumento de tarifas que, en el caso de los combustibles y al decir de las petroleras "aun no logró su precio de equilibrio". El aumento del desempleo, la pérdida de puestos de trabajo, el cierre de negocios, el implacable ahogo financiero a las Pymes, los "tres o cuatro meses de recesión que se vienen" dicho por el propio presidente Macri con el inevitable correlato del progresivo deterioro en la calidad de vida de quienes constituyeron su base electoral, son argumentos muy fuertes para seguir combatiéndolos con "la pesada herencia" que, en la atribulada experiencia diaria del ciudadano, ya no suena a verdad sino a excusa.
Al trabajador honrado, al laburante diario, al que se rebusca de la mejor manera, al castigado empleado del Estado que se preocupa en no faltar, por dignificar su trabajo, por denunciar a quienes diariamente sólo utilizan su puesto para sacar ventajas chiquitas, circunstanciales o hacer campaña para el político que lo apadrinó, le es muy fácil entender los mensaje del gobierno: Macri bailando en Nueva York, el presidente del Banco Central renunciando después de conseguir un notable aumento de su patrimonio, los "dueños" del gas, los combustibles, la electricidad y los precios con vía libre para aumentar las tarifas como les plazca, escuchar de nuevo que desde el exterior las compañías de inversión anuncian "que es el momento de comprar activos argentinos", comprobar que se utiliza el poder delegado para cumplir con la premisa de que "al salario, como todo costo, hay que bajarlo".
Esos son los mensajes del poder que escucha gran parte de la población.
Resta por comprobar que respuesta les dará.