la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) anticipó que la de este año será la peor temporada invernal en términos turísticos de la era Macri.
Por caso la ocupación hotelera en el mes de julio en las principales zonas turísticas del país en invierno (Bariloche, Córdoba y Mendoza) es la más baja desde 2015 y acumula cuatro años consecutivos de caídas.
En julio de 2019 la ocupación hotelera apenas llegó al 49%. Es decir que una de cada dos habitaciones disponibles se encuentra vacía. Muy lejos del 78% registrado en 2015 o el 65% de 2016.
Asimismo el informe advierte que las salidas más tradicionales con chicos en vacaciones de invierno se encarecieron hasta un 254% desde 2015.
Los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires que, por ejemplo, decidan vacacionar en la ciudad y dediquen parte de sus días a pasear por el centro porteño con sus hijos, almorzando en algún local de comidas rápidas y disfrutando de alguna obra infantil de teatro harán frente a aumentos de precios que se ubican muy por encima de los incrementos que experimentaron los ingresos familiares advirtió la Undav.
Por ejemplo, un espectáculo orientado a público infantil, una entrada podía costar en julio de 2018 desde 370 pesos en adelante, mientras que en la actualidad las estradas para ese mismo espectáculo tienen un valor que no baja de los 600 pesos.
El deterioro del poder adquisitivo del salario durante la gestión de Mauricio Macri fue sostenido. Luego de un 2016 en el que el salario real de los trabajadores cayó, un 2017 en el que la recuperación no alcanzó a compensar la caída del año previo y un 2018 en el que se registró la mayor caída del salario en la era Macri, los trabajadores argentinos se vieron obligados a modificar hábitos para hacer durar hasta fin de mes sus ingresos.
En ese camino las economías regionales que encuentran en el turismo que mueven las vacaciones de invierno ingresos clave para su supervivencia son algunas de las más golpeadas por la crisis.